El área de servicio es una comunidad de comunidades que pertenece al Área de Tutoría, esta es conformada por alumnos(as) y exalumnos(as) que quieren encontrarse con Cristo en los más necesitados, de esta manera el servicio que se realiza no se limita a una entrega de bienes materiales, sino al encuentro profundo con otro.
El área tiene actividades claves que se van organizando durante todo el año y son una oportunidad para compartir nuestra esperanza en Cristo, para anunciar la Buena Noticia que hemos recibido en el Evangelio, para compartir el regalo de la Lectio Divina y ofrecer, con sinceridad y humildad, nuestro testimonio de fe en Jesucristo Resucitado.
El área tiene diferentes actividades propuestas a lo largo del año, estas están pensadas y ejecutadas por la comunidad de ex alumnos(as) comprometidos en el área llamada la Escuela de Servicio.
Estas actividades están hechas para salir al encuentro del otro, esta imagen de “salida” está tomada del Papa Francisco cuando habla de una Iglesia en salida: “La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan”.
Algunas de las actividades son: Trabajos y misiones de invierno y verano, salidas de servicio mensuales, campaña del kilo, el mes del servicio, colectas, hospedería santa francisca romana entre otras, todas estas actividades y salidas implican apertura para ir más allá están pensadas para compartir en y desde una comunidad, saliendo de las propias comodidades o estructuras, para poder vivir en profundidad nuestra misión.
La siembra nace para que los estudiantes de 7º-8º tengan experiencias propias de Trabajos y Misiones, se realiza durante un fin de semana largo, donde los tutores de IIIº- IVº son quienes preparan las diferentes actividades, adecuan los temas, planifican el trabajo manual, realizan la vida comunitaria y comparten la oración, generando una relación de tutoría donde un tutor mayor acompaña entorno al servicio a nuestros alumnos(as) convirtiéndose en nuestra forma particular de servir.
Esto implica abrirse no sólo al encuentro con aquellos a los que servimos, sino a cultivar con ellos una relación basada en la escucha y la acogida, regalando el tiempo, compromiso y perseverancia.